Ávila no es sólo murallas

Cuenta la leyenda que el ejército que defendía Ávila tuvo que partir de la ciudad a luchar en otro frente. Cuando le llegaron las noticias de tal hecho, el ejército mudéjar decidió atacar la ciudad al quedar ésta sin posibilidad de defensa.

La víspera del ataque, la entonces Gobernadora de Ávila Jimena Blázquez, sin tiempo de pedir auxilio al Rey, vistió a todas las mujeres de la villa de soldados y las ordenó aposentarse detrás de las almenas de la muralla con teas encendidas, gritando como soldados y tocando las trompetas de guerra.

El ejército mudéjar al verlo, las confundieron con soldados y ante la dificultad de asaltar la muralla decidieron batirse en retirada.

Si hablamos de Ávila la primera imagen que nos viene a la mente es la de su majestuosa muralla del S XI dominando la imagen de la ciudad y que está considerada la mejor muralla romana del mundo.

Durante años sirvió para defender la ciudad de los ataques de ejércitos extranjeros y ha sobrevivido intacta al paso del tiempo. Sin embargo Ávila es mucho más y en este blog vamos a tratar de descubrir toda su historia, sus rincones, sus secretos…

Ciudad Patrimonio de la Humanidad, pequeña, apacible y silenciosa. De espléndido pasado y rica arquitectura donde simplemente pasear por sus calles nos hace retroceder en el tiempo a épocas antiguas donde convivían Cristianos, Mudéjares y Judíos.

Respirar su aire serrano a 1.130 metros de altitud, conversar con sus gentes, degustar su deliciosa gastronomía o simplemente sentarte en alguna de sus plazas y observar cómo el tiempo parece que se detiene en un entorno de cuento.

Cuna de Santa Teresa de Jesús y hogar durante años de San Juan de la Cruz, fundadores de la orden de los Carmelitas Descalzos, la convierten en la cuna del misticismo más puro y que la confiere una espiritualidad que se palpa en cada una de las vistas a los numerosos templos y monumentos de la ciudad.

Ávila es sin duda mucho más que una visita a la muralla, por eso queremos ayudarte a descubrirlo y que disfrutes de la ciudad como lo haríamos cualquiera de los que habitamos en ella.

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