Cuando hablamos de la provincia de Ávila a todos se nos viene a la mente la Sierra de Gredos con sus incontables y espectaculares rincones, cerezos en flor, ríos y gargantas… Pero la provincia de Ávila es mucho más que eso y hoy os lo vamos a contar.
Si estáis pensando en venir a Ávila debéis conocer que nuestra provincia alberga muchos lugares increíbles, que unido a la bondad de sus gentes nos hará pasar unos días inolvidables rodeados de naturaleza e historia.
Una opción para conocer nuestra provincia es alojaros en la capital y visitarla partiendo desde aquí, moviéndonos a los lugares principales puesto que las distancias no son elevadas. Hoy os ayudamos a preparar la visita.
En Ávila capital contamos con la joya de la corona que es la Muralla. Construida en el S. XI rodea por completo el casco histórico de la ciudad con un recorrido de más de 2,5 kilómetros visitables y con la catedral fortaleza de El Salvador adosada a la misma.
La basílica de San Vicente, joya del románico, las iglesias de San Pedro y de La Santa, y cualquiera de los rincones de nuestro casco antiguo os harán, durante vuestro paseo, transportaros a otra época, en la que podréis disfrutar de nuestra gastronomía típica tanto en nuestro hotel como en cualquiera de los bares de la capital.
Lo más destacado de nuestra provincia es sin dudar la Sierra de Gredos, que merece ser visitada desde sus dos vertientes, la vertiente norte con los pueblos de Navarredonda, Hoyos del Espino (desde donde se accede a la Plataforma de Gredos) o Bohoyo y la cara sur, espectacular y tan diferente de la zona norte que merece una visita específica.
Si os gusta la montaña no podéis dejar de subir a conocer el Circo de Gredos, La Laguna Grande y el majestuoso Almanzor.
Candeleda, Arenas de San Pedro o Poyales del Hoyo son los maravillosos pueblos que merece la pena ser visitados en la cara sur. Sus gargantas de aguas cristalinas y sus numerosos charcos, así como su oferta gastronómica, hacen de esta parte de Ávila un pequeño paraíso en el centro de España.
Mención especial merece la Casa de las Flores en Candeleda o las Cuevas del Águila en Arenas de San Pedro.
Hacia el norte de la capital hay que acercarse a conocer Madrigal de las Altas Torres y por supuesto la Villa de Arévalo.
Pasear por las calles de estos pueblos es viajar al pasado, a los tiempos de la agricultura y los mercados como única forma de vida. Arévalo es conocido por su arquitectura mudéjar y como no, por su delicioso tostón.
De Madrigal, cuna de nacimiento de la Reina Isabel la Católica, podemos destacar la impresionante muralla mudéjar, una de las pocas que se conservan en España.
Por supuesto que hay lugares y rincones que no nos caben en este texto, pero si decidís venir a conocer nuestra provincia, el personal de nuestro hotel no tendrá ningún inconveniente en ayudaros a preparar vuestras excursiones.