Cenas de Navidad

Después de todo un año de duro trabajo llegan las ansiadas navidades y con ellas las típicas cenas de empresa y amigos.

Fechas entrañables de familia y amigos, pero también de compañeros y amigos del trabajo, con quienes compartimos el día a día en nuestra empresa y con quien nos apetece también pasar un rato de risas y diversión.

Por eso, desde el hotel Cuatro Postes, os proponemos hoy que celebréis la comidas o cena de empresa o de amigos con nosotros, ya que entendemos que estas cenas son una gran oportunidad de divertirnos, y olvidarnos del trabajo, alrededor de una buena mesa en la que no faltará la buena comida ni los buenos vinos.

Para que todo salga a pedir de boca, cada año, nuestro equipo de cocineros y sumilleres, se encarga de buscar recetas y menús especiales, compuestos por una mezcla de exquisitos platos, acompañados de grandes vinos que maridan perfectamente, consiguiendo así que una cena de empressa se convierta en una experiencia gastronómica deliciosa.

Nuestra idea es que no os tengáis que preocupar de nada a la hora de preparar el menú, por eso os ofrecemos la posibilidad de servir un menú cerrado y diseñado por nosotros, o bien un menu confeccionado por vosotros que al fin y al cabo sois quienes lo vais a disfrutar.

Carnes, pescados, cremas, arroces, ensaladas incluso postres para culminar con un toque dulce en el paladar, servido por nuestro equipo de profesionales, que se preocupará en todo momento de que no os falte de nada, porque este día sois los protagonistas de vuestra fiesta.

Para acompañar a estos platos contamos con los mejores vinos, elegidos para la ocasión. Así disfrutaréis de los blancos y espumosos con los que acentuaremos el sabor de pescados y mariscos, y de los tintos con cuerpo, y largos en boca para combinar con los sabores fuertes de nuestras selectas carnes de ternera y de cerdo.

También hemos pensado en la cantidad de gastos extra que se producen estos días previos a la navidad, por eso hemos ajustado el precio de nuestros menús consiguiendo la relacción calidad precio perfecta.

Desde el hotel Cuatro Postes os invitamos a sorprender a vuestros compañeros de trabajo, familiares y amigos, en las cenas de empresas, cena de navidad, haciéndolos descubrir nuevos sabores y preparaciones que estamos seguro que serán de vuestros agrado.

Os esperamos.

Conoce nuestra cocina

Bajo una meteorología dura y fría en invierno la cocina tradicional abulense destaca por ser una cocina contundente, robusta y de gran sabor, basada, como no podía ser de otra manera, en los alimentos y materias primas originarias de esta zona del centro de España.

Esta cocina no se puede entender sin la historia de la ciudad, de la Santa, de sus gentes humildes y trabajadoras, de nuestras costumbres y tradiciones.

En nuestra cocina del hotel Cuatros Postes, nos afanamos por mostraros una gastronomía típica de gran calidad, con ligeros toques modernos, pero que no pierde la esencia de nuestra tierra, mostrando en cada receta los aromas a nuestros campos y montañas.

Y como un buen guiso sabe mejor con un buen caldo, en nuestro hotel nuestros sumilleres os ofrecerán un vino acorde a cada plato, de manera que una comida en Los Cuatro Postes no deje indiferente a nadie.

Desde este blog os iremos mostrando poco a poco algunas de nuestras recetas que esperamos que os paséis a degustar.

PATATAS REVOLCONAS.

Son quizás, junto con las Yemas de Santa Teresa y el chuletón, el plato más tradicional de nuestra cocina y un desborde de rasgos abulenses en toda regla.

Patatas convertidas en un puré mezcladas con pimentón de La Vera, ajo y aceite de oliva.

Su color anaranjado proviene de la mezcla del pimentón con la grasa de freír los torreznos (tiras de tocino ibérico fritas), consiguiendo un sabor espectacular al que es difícil darle el toque justo de picante.

Si maridamos nuestro plato de revolconas con un vino tinto de garnacha, de nuestra tierra, de La Mancha o Valdepeñas conseguiremos esa mezcla de sabores típicos abulenses.

CHULETÓN DE ÁVILA.

No son raras las ocasiones en las que nuestros comensales eligen de primer plato unas revolconas y de segundo un chuletón. En estos casos estamos seguros de que van a necesitar un paseo después de comer, y de que no van a cenar, pero también estamos seguros que habrán degustado los dos platos más tradicionales de nuestra cocina.

Con el permiso de nuestros asados de cochinillo o cordero, el chuletón es sin duda la pieza de carne estrella de nuestra cocina.

Para su elaboración sólo necesitamos una buena pieza de carne de ternera avileña, escamas de sal, aceite de oliva, una plancha caliente y las manos expertas de nuestro cocinero que se encarga de dar a la carne el punto justo para conseguir una textura sin igual.

Elegir un vino para un chuletón es fácil puesto que ha de ser un vino tinto, con cuerpo y protagonismo frutal, por eso nos gusta recomendar vinos de Rioja o de Ribera del Duero para este plato.

ENSALADA DE PERDIZ ESCABECHADA.

En nuestra carta también podemos encontrar platos más ligeros ideales para compartir y consumir como entrantes que nos preparen para los segundos platos, bastante más contundentes.

La ensalada de perdiz escabechada la preparamos con una mezcla de rúcula y canónigos sobre la que añadimos la perdiz desmigada, previamente escabechada por nuestros cocineros, piñones, frutos rojos y una vinagreta balsámica.

Como toque estrella añadimos mechas de huevo hilado para conseguir una mezcla de sabores deliciosa.

Esta ensalada nos encanta acompañada con un vino blanco de Rueda que potencie el sabor de la perdiz.

Hoy os mostramos estos tres platos típicos de la cocina abulense, pero no dudéis de que volveremos para hablaros de más recetas típicas, vinos y postres que os harán sentir una experiencia casi religiosa.

Ávila no es sólo murallas

Cuenta la leyenda que el ejército que defendía Ávila tuvo que partir de la ciudad a luchar en otro frente. Cuando le llegaron las noticias de tal hecho, el ejército mudéjar decidió atacar la ciudad al quedar ésta sin posibilidad de defensa.

La víspera del ataque, la entonces Gobernadora de Ávila Jimena Blázquez, sin tiempo de pedir auxilio al Rey, vistió a todas las mujeres de la villa de soldados y las ordenó aposentarse detrás de las almenas de la muralla con teas encendidas, gritando como soldados y tocando las trompetas de guerra.

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